Empatía 5.2 para Simbiosis / FrondaAlrededor de la mesa como un dispositivo híbrido, que lo mismo es el centro del mundo que la ventana al delirio colectivo, en un ritual cuyo propósito es la recuperación de la memoria de la tribu, en un banquete donde los cuerpos se nutren entre sí, se apuesta por la empatía como esencia vital para la supervivencia de la especie. Empatía 5.2 / Memoria colectiva, está diseñada para realizarse en un sitio específico y adaptarse, a partir de elementos móviles y con base en el concepto de dislocación de la mirada (investigación original de Minerva H. Trejo), con el uso de cascos analógicos que parten la vista del performer (y del mismo público, al compartirlos después) y con ello, hackean el cerebro en busca de nuevas realidades y estados alterados de conciencia. Performance, música en vivo, poesía y micromapping en tiempo real.
Este es el primer día del principio de todo
En esta mesa vibran los deseos y los sueños
En esta mesa palpita la memoria de la especie
Pero…
¿Qué es la memoria?
¿En qué lugar se finca, en dónde nace?
¿Qué son los recuerdos?
¿Cómo se forman, dónde se almacenan, quién los organiza?
¿Cómo vuelven a nosotros cuando queremos traerlos de regreso?
¿Es posible recordar lo que no hemos vivido, ni escuchado, ni visto?
¿Los recuerdos dejan rastros, como migas de pan en el camino,
para que podamos encontrarlos o invocarlos, o soñar con ellos?
¿Es posible recordar mejor cuando estamos con otros?
Estamos aquí porque ustedes nos llamaron
Venimos de todos los confines
De los bosques helados que cubren la cara oculta de la luna
De la profundidad del Vesubio antes del estallido
Llegamos de las llanuras que rinden tributo al Kilimanjaro
Venimos del aire, del huracán y del tornado que nacen debajo del mar
Somos la sed y el hambre, el dolor y la rabia
Somos la tentación que vibra debajo de la piel
Somos la luz que sólo puede verse entre los sueños
La música de las esferas
Hemos llegado a navegar esta mesa, a devorarlo todo
con las alas del deseo desplegadas y agitándose
Esta mesa es nuestro bosque
y nos basta un metro de bosque para crear el mundo
Comamos pues, bebamos hasta saciar la sed de los ausentes y hagamos de esta mesa un árbol en crecimiento, una fiesta perpetua,
un nuevo comienzo para la tribu…
Que este banquete sea nuestro canto al dios mineral
