Ágape

apenas trazos de un guiso mayor,
las horas caen en pequeños gajos:
se estiran las cucharas en alborozo,
los cuchillos se afilan los unos contra
los otros, antes de comenzar la faena

sólo las horas avanzan progresivamente:
un proyectil de azules cruza la ventana,

duermen las ollas entre las alacenas en un sueño de barro

(tomo del aire sus frutos minerales y armo un modelo flexible,
un argumento dirigido al centro del poema, al corazón de la sílaba)

una alabanza para las calabazas en el hervor
de su chapoteo, que se recuerde a las berenjenas
por su disposición al fuego y a las melenas de los apios
por su resignación serena; que no se enjuicie a la zanahoria,
entregada a la hoja que la adelgaza: un minuto de silencio
por los jitomates, que se han fundido en el cocimiento

descubro que a la mañana le faltan
pájaros en vuelo: la ventana es una puerta
hacia el follaje, ni las hormigas se atreven
a perturbar el sueño

entiendo que entre el aire y las sombras
existe una amistad elemental, una complicidad
a la que no pertenezco:
entre palas y picos pasan las horas saciándose de tiempo

sobre la espalda de una tabla de madera,
ansiosa aguarda una ensalada
a que llegue la hora de la cena

se extingue entre carcajadas el agua de las calabazas:
no veo en el horizonte más que palabras ~

https://www.letraslibres.com/mexico/agape

https://d3atisfamukwh6.cloudfront.net/sites/default/files/files6/files/pdfs_articulos/pdf_art_10501_7929.pdf