Comercio justo + Comunicación + Humor + Comunidad
Aprovechando la efervescencia de las Redes Sociales y las nuevas herramientas de comunicación disponibles, como los memes, y con base en un estilo de humor negro y ácido, pero siempre elegante y cuidadoso, sale a La Luz Pezcalekos, una marca de distribución de pescados y mariscos, que busca acercar productos de la mejor calidad a precios justos, a una red de amistades con creciente interés por la variedad y riqueza de los productos marinos.
Todo comenzó como una estrategia de distribución entre una red de amistades, para aprovechar el viaje de uno en favor de varios. Unos cuantos pedidos al mes, se convirtieron en diez, quince, veinte, a la semana, situación que derivó en la necesidad de pensar una estrategia de amplificación, para hacer viable la distribución a pequeña escala pero suficiente, para darle viabilidad económica. Así nace Pezcalekos. Tras 20 años de cocinar productos del mar, ahora traemos los productos de la mejor calidad hasta la mesa de nuestra red de aliados y asociados.
y con eso claro, comenzó la aventura de la comunicación, y las redes sociales resultaron ser, metafóricamente, el espacio perfecto para la pesca de interesados. Lo que siguió fue un aluvión de diversión y carrilla, pero siempre con una comunicación elegante, buscando el chiste fino, el humor ácido y negro pero sin ofender a nadie, el centímetro cúbico de suerte, la chispa.
La pandemia contribuyó a consolidar la plataforma de distribución, bajo una premisa básica; para qué comprarle a las grandes cadenas de autoservicio (productos de menor calidad, y casi siempre a mayor precio), si puedes comprarle a una persona que conoces, en quien confías. Todo se reduce a una cadena de confianza.
Y aquí seguimos. Recibiendo pedidos todas las semanas, realizamos la compra general los sábados temprano y entregando los domingos a primera hora, para evitar el tráfico. Todo congelado para garantizar la mejor conservación de los productos. Y la diversión de los memes y las parodias también continúa, pues las redes sociales proveen, como el océano y siempre con el debido respeto y cuidado, suficiente material para realizar estas intervenciones furtivas y efímeras.
