En el principio fueron el agua, la oscuridad y la sal,
sobre todo la sal,
no mucho más que grietas había en el mundo…
Un aluvión de asombros y novedad poblaron todo lo visible…
Después, aparecieron juntos la profundidad y el silencio,
armonía y pasmo, la vida abriendo su camino
Sinfonía de lo visible
Llegaron en su momento las aves, por miles, en desorden,
presas de una felicidad inexplicable,
y con su aleteo, brillaron por vez primera
la luna y las olas detrás del aire,
el silencio se hizo forma,
sobre las aguas avanzó hasta cubrirlo todo con su pausa,
y el tiempo corrió tranquilo,
intermitente y líquido, cayendo a cada tanto,
haciéndose polvo, dispersándose,
llegó la arena y con ella, lo opuesto al movimiento,
el remanso,
el vaivén
Intermitente y líquido
Las piedras también llegaron,
crecieron poco a poco, se reprodujeron,
y comenzó el salitre su reinado,
las sombras asomaron entre el follaje, llenas de vida,
se hizo la fronda como se hace la luz detrás del horizonte
Sobre la tierra
Entrar al agua, diría el poeta,
vaciarse en su materia,
hacerse uno con su movimiento,
anclarse en la caricia y abismarse,
nadar y en el vaivén asir la vida,
soñarse en la marea,
tallar hombro con hombro con la muerte,
desvanecerse, perder la forma y recobrarla,
fundirse en el aliento
Pero hay dolor también
angustia, soledad y silencio
entrar en la piedra
Con su aleteo
El arrecife es otra historia
entrar en la arena
una de leyendas y de muerte
de vidas prestadas
alimentarse de aire
de noches sin luna y de tormentas
El arrecife es un maestro que no conoce la derrota
Vidas prestadas
Bitácora del desconsuelo,
entrada a la materia,
libreta de los sueños,
cartas de un hombre muerto,
apuntes del extravío,
notas para salvar a un náufrago,
reseña del presentimiento,
sinfonía de las barcas en reposo,
visiones del abismo,
cueva blanca
El sol es la sal hecho materia, es luz en nuestras manos
Reseña del presentimiento
Todo se ajusta con el tiempo,
las piezas alcanzan un orden inesperado,
lo pasado cobra su sentido,
el artista se hace con la tierra,
sueña con el aire y sus memorias
son de agua, lleva todo al horno y en el fuego,
el recuerdo se hace piedra…
Cartas de un hombre muerto
Ha vivido en el paraíso, ha pecado,
ha caido y se ha levantado, ha sufrido el cielo y el infierno,
ha comido de la fruta y ha bebido el jugo de los muertos:
Como las líneas en la mano,
la suerte del náufrago está cifrada en piedra
Orden inesperado
En el principio fueron el fuego, el mar y el silencio…
y con ellos llegaron la vida, la muerte y la memoria
A veces la única respuesta son muchas preguntas