Capa sobre capa


 Un espectro se cierne sobre Europa: 
 Únicamente la palabra libertad 
 tiene el poder de exaltarme.
 
 Todo hombre debe gritar. 

 Hay una gran tarea destructiva, negativa por hacer. 
 Barrer, asear. 

 Contra este espectro se han conjurado en santa jauría 
 todas las potencias de la vieja Europa.

 No hay belleza sino en la lucha. 
 Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo 
 puede ser una obra maestra. 
 
La poesía debe ser concebida 
 como un violento asalto contra las fuerzas ignotas, 
 para reducirlas a postrarse delante del hombre.
 
 No será el miedo a la locura lo que nos obligue 
 a bajar la bandera de la imaginación. 

 Este mundo de diseñadores y decoradores 
 que sólo dibujan y pintan
 debe convertirse de nuevo 
 en un mundo de gente que construye.

 Vendrán contra nosotros nuestros sucesores; 
 vendrán de lejos, de todas partes, 
 danzando sobre la cadencia alada de sus primeros cantos, 
 extendiendo dedos, aun de saqueadores 
 y husmeando caninamente a la puerta de las academias 
 el buen olor de nuestras mentes en putrefacción, 
 ya prometidas a las catacumbas de las bibliotecas. 

 Un poema es un poema, 
 tal como una naranja 
 es una naranja y no una manzana.

 Aquí echamos el ancla en la tierra feraz. 
 Aquí tenemos derecho a proclamar esto 
 porque hemos conocido los escalofríos y el despertar.
 
 Fantasmas ebrios de energía,
 hincamos el tridente en la carne distraída. 

 Rebosamos de maldiciones en la tropical abundancia
 de vertiginosas vegetaciones: 
 goma y lluvia es nuestro sudor,
 sangramos y quemamos la sed. 
 Nuestra sangre es vigorosa.

 Allí se encuentra la fuente primera de la imaginación creadora.
 ¡Formemos pues un nuevo gremio de artesanos…! 
 Deseemos, proyectemos, 
 creemos todos juntos la nueva estructura del futuro, 
 en que todo constituirá un solo conjunto, 
 arquitectura, plástica, pintura 
 y que un día
 se elevará hacia el cielo de las manos de millones de artífices 
 como símbolo cristalino de una nueva fe.

 “El ritmo: la antigua métrica brillante; 
 un desorden sabiamente ordenado;
 la rima refulgente y cincelada 
 como un escudo de oro y de bronce
  junto a la rima de las fluideces abstrusas; 
 el alejandrino con pausas múltiples y móviles;
 el empleo de ciertos números impares”. 

 Recuerda que el pájaro anida en el arco iris:
 Y El Gran Peligro Del Poema Es Lo Poético

 Yo os digo, entonces: 
 busquemos en otros sitios, 
 lejos de la máquina y de la aurora, 
 y tan lejos de Nueva York como de Bizancio.

 Nos acostumbramos pronto 
 a la esclavitud del misterio
 que termina por crear dulces placeres.

 Repito:
 el poeta como héroe develador de héroes, 
 como el árbol rojo caído que anuncia el principio del bosque.

 Y cuando los dromedarios de vuestra imaginación quisieron dispersarse, 
 yo los detuve en seco, mejor que un ladrón en el desierto.
     ¡Nada de paseos indecisos!
     La bolsa o la vida.

 Inútilmente se cubre el arco iris, las estaciones tiemblan, 
 las muchedumbres corren hacia la muerte, 
 la ciencia deshace y recompone lo que existe, 
 los mundos se alejan para siempre de nuestra concepción,
 nuestras fugaces imágenes se repiten o resucitan su inconsciencia 
 y los colores, los olores, 
 los rumores que impresionan nuestros sentidos nos sorprenden, 
 para desaparecer después en la naturaleza.

 Venimos del feminismo radical, somos las bolleras, las putas, 
 lxs trans, las inmigrantes, las negras, las heterodisidentes… 
 somos la rabia… y queremos enseñar los dientes;
  salir de los despachos del género
 Un muro y un techo adquieren utilidad 
 cuando no sólo sirven para dormir 
 o evitar lluvias 
 sino cuando establecen, 
 a partir, por ejemplo, 
 del acto cotidiano del sueño, 
 puentes conscientes entre el hombre y sus creaciones, 
 o la imposibilidad momentánea de éstas.

 Todos los cuerpos son iguales ante la luz 
 y sus modificaciones surgen
 de este poder luminoso que construye a su voluntad.

 Nada de lo que he dicho hasta ahora es de mi propiedad, 
 me apodero de lo que toco como hago mío el aire que respiro
 todo es de todos, 
 es nuestro, 
 es una comprobación matemática de distribución y balance. 

 Por eso repito nuevamente:
 La alegría es la prueba del nueve, o dicho de otro modo…
 No llegar es también el cumplimiento de un destino
 
Salvo el título, nada en este texto es creación propia. Cada línea pertenece a algún manifiesto: comunista, aceleracionista, futurista, cubista, dadaísta, nadaísta, creacionista, infrarrealista y, finalmente, el transfeminista. A todos sus autores y autoras, muchas gracias.